Basada en la película de 1994 de Stephan Elliott and Allan Scott, el musical muestra el viaje de dos Drag Queens y un transexual a través de Australia en un viejo autobús costumizado al que llaman Priscilla.
Una historia de aceptación y tolerancia contada con mucha purpurina, música disco, kilos de maquillaje y vestuario estrafalario. ¡Una fiesta!
Elliott y Scott colaboraron con el libro y también repite la diseñadora de vestuario de la película Lizzie Gardiner, qué ganó un Oscar por la película.
La obra se estrenó en Melbourne y luego en el West End. Al verla Bette Midler, que adora a las Drag Queen's (cuando comenzaba la confundieron con una) quiso producirla en Broadway.
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